La palabra se
conoce en el diccionario de la Real Academia como la unidad léxica constituida
por un sonido o conjunto de sonidos articulados que tienen un significado fijo
y una categoría gramatical; proviene del latín parábola y expresa uno de los elementos más imprescindibles en
cualquier lenguaje. Tan amplio y contundente es su significado, es decir, es
una gran forma de comunicación en la sociedad, claro, no es la única porque la
mirada comunica, las caricias comunican, las señas comunican, pero la más
fuerte es la palabra puesto que cada una de esas formas de comunicación se
miden, se piensan y se aprecian con el valor de la palabra que las traduce más
allá del sentimiento que expresan.
Por eso es fundamental pensar siempre en positivo,
hablar siempre en positivo, transmitiéndole a cada palabra que salga del
esplendor de nuestro verbo y de nuestra expresión cultural toda la fuerza
necesaria para que el universo conspire en su concreción práctica. En este
sentido, la invitación es a utilizar tus
palabras hacia ti y hacia los demás, sólo para agradecer, para bendecir, para
servir, orientar, aconsejar y promover acciones positivas de superación,
crecimiento y armonía entre todas las personas, porque somos seres sociales
influidos por las reglas jurídicas, morales y los dogmas religiosos; que
además, somos en la misma medida en que
seamos parte de un colectivo superior al que llamamos sociedad.
Así que, descontamina
tu palabra de mentiras, de injurias y de insultos, ya que son una forma de
violencia. Citando a Isaac Asimov, bioquímico y escritor de ciencia ficción
nacido en Rusia: “…La violencia es miedo
de las ideas de los demás y poca fe en las propias”… “…Nos acostumbramos a la
violencia, y esto no es bueno para nuestra sociedad. Una población insensible
es una población peligrosa…”
Entonces yo
digo, nunca utilices tu palabra con rudeza ni en forma grosera. Usa el poder de
tu palabra sólo para dignificarte, para iluminar y para llevar paz y
construcción de hermosas cosas a cada rincón de nuestra inmensa y fructífera
Patria, paridora de hombres y mujeres con éxito y llenos de amor y bondad, o
como dijera Luis Silva en la letra de la canción Venezuela: llevando la luz de
la patria y su aroma en nuestra piel, sin envidias y llenos de sueños, pidiendo
hijos e hijas que sembraran nuevas estrellas; con el alma primorosa como
plantea Bolívar Coronado en la letra de la mundialmente conocida canción Alma
Llanera.
Miralys Viscalla
18/05/2016
@mviscalla
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