Les doy un pequeño fragmento de mi regalo, digamos que la introducción...
Voy
a hacer un regalo, y voy a comenzar regalando lo que para mí es un tesoro; la
sensatez. Nuestras interacciones actuales en el marco de las relaciones
sociales son tan novedosas, que pasar de lo invisible a lo visible nos pude
llenar de ego – como lo canta nuestro querido Ali Primera, quien vive en la
oscurana con mucha luz se encandila-, y me explico; en la mayoría de los casos tener la
oportunidad de referirse desde un país
con respecto al otro, puede instar a una batalla de ideas entre quien está en
mejor o peor condición social con respecto al otro, o quien tiene mejor
percepción de alguna cosa, en este caso
no es eso lo que quiero, no es la egolatría del supuesto yo, quien pretende
argumentar cualquier cosa sobre lo que acontece o no en Venezuela o en
cualquier país, sino que soy simplemente yo queriendo interactuar sobre
cualquier cosa como Venezolana con Venezolanos -el ser yo misma que le llaman-.
Sí, a eso llamo regalo. Para mí, recibir sensatez en el mundo actual, es un
artículo de lujo, sobre todo ahora que pareciéramos estar inmersos en un juego
trancado, empatado pues!! Y como lo hacen los bravucones, dándose puñetazos
para imponer la ley del más fuerte.
Sin
embargo, escribir sobre nuestra cotidianidad además de ser un reto interesante,
es tocar una matiz de vivencias y colores enriquecedores desde todo punto de
vista, yo en mi particular, he vivido de lo que me han contado y ha sido tan
emocionante que me he conformado solo con
palabras, no necesito ver para creer, -Santo Tomas no es mi santo de
referencia-, es como un libro de Julio
Verne; ir al centro de la tierra o viajar a la luna con tantos recuerdos que no
existe más alegato que el haber estado
allí. Pero, porque escribir a una sola persona cuando se ha conocido a tantas,
porque querer saber de una entre tantos, no lo sé, pero un día un tal Galeano
me dijo que confiara solo en quien ama, porque el que ama no traiciona y aun si
traicionara, si lo hace por amor, entonces vale la pena. Por tanto yo digo,
escribir lo que te sale del alma, realmente vale la pena, pues con que al menos
uno te lea, tus palabras emprenderán un gran viaje y empezaran a tocar millones
de corazones y a sumar para montañas de razones....
... y aquí queda el abre bocas!!!
Miralys Viscalla
19/07/2017
Fragmento de Pieza que presente en un concurso de la
Casa de las Primeras Letras Andrés Bello
Miralys Viscalla
19/07/2017
Fragmento de Pieza que presente en un concurso de la
Casa de las Primeras Letras Andrés Bello
