viernes, 20 de enero de 2017

Todo es Relativo


Venezuela se debate en un mar de dimes y diretes, de culpas y culpables, de irresponsables que destruyen y de otros que construyen, de paz y de guerra, de dialogo y de traición, de proyectos que inician con fuerza y del caos que hace su entrada triunfal en situaciones de crisis, de cortinas que esconden realidades y de verdades que se maquillan, en fin; todo es relativo, movible, efímero hasta que te hace temblar recordándote que la realidad depende del  contexto y la posición desde la que se mire. Eso está como la frase: Tus derechos terminan donde comienzan los míos, eso decía alguien que escuche en una tranca de calle, donde no había paso y los manifestantes aseguraban estar haciendo uso a su derecho de protestar pero el que tenía la necesidad de pasar, hacía eco de su derecho al libre tránsito. Entonces vuelvo, todo es relativo.

Y eso explica muchas cosas, de una manera responsable me atrevo a hacer un llamado claro y fuerte a que hagamos un esfuerzo superior a fin de lograr instaurar la paz en nuestro país, a buscar alternativas desde el dialogo y la relación civilizada entre grupos, NO podemos seguir viviendo en estado de angustia y de zozobra, donde la  confusión llena las calles de infiltrados y balas que presagian la muerte. Claro que se puede conseguir una vía para la reconstrucción, para la solución a los tantos, tan complejos y preocupantes problemas que no son nuevos, que se han agudizado una vez que se corrieron las cortinas de la inclusión y se le dio paso a la luz de la participación, porque a unos pocos no les gusta que los nadie tengan sus mismas oportunidades y posibilidades; que han hecho que los unos y los otros se sienten desde sus posiciones de relatividad y crean en soluciones opuestas pero que por la salud del país,  deben tratar de hacer coincidir en un punto común para poder llegar a alcanzar un nivel sano de convivencia que sea bien visto desde la posición relativa de cada grupo.

Hablar de guerra no es fácil, aunque las redes sociales sean los caballos en los que cabalga la información del caos generado, real o ficticio pero caos al fin, situación que hiela la sangre, detiene los músculos y genera terror en la población, sintiéndose una situación de fin y de destrucción masiva que viaja galopante a través de los medios de comunicación internacionales. Todos desde su posición relativa, anuncian que actúan desde la necesidad de luchar por la libertad, pero ¿qué es la Libertad? – Caer en un estado de violencia tal que destruya la estructura física del país, apagar la vida de hombres y mujeres inocentes, amedrentar madres y padres de familia que están trabajando para llevar el sustento a su hogar, aterrorizar a niños en sus centros escolares -  Gran pregunta, que genera otra: ¿la situación actual amerita perder la cordura en nombre de la libertad? La verdad, quisiera tener la respuesta, quisiera poder decir ya basta y que así se cumpla, pero por ahora solo digo, No sigamos la guerra, busquemos vías para resolver los conflictos de forma tal que podamos abrirle las puertas a la Libertad, esa libertad plena, real y duradera que nos haga sentir seguros en el tránsito por esta vida. 

Frente al enorme desafío que significa resolver esos problemas que nos trajeron al punto donde estamos, es necesario entender que la PAZ no se decreta, se construye desde la voluntad y el trabajo en equipo, para ello es necesario que usemos todas las herramientas que estén a la mano, que busquemos las que hagan falta y que luchemos con todas las fuerzas, esta lucha no es ni será sencilla, nadie dijo que lo fuera, pero hay que luchar, la clave está en trabajar armónicamente y en equipo, seguir sumando y demostrándole al pueblo en su totalidad, que este país es de todos y que debemos asimilar desde nuestra particular relatividad que cada persona es necesaria, cada cual le da un sentido al ser y al existir de nuestra patria. Volvamos al dialogo, a la reconciliación, a la armonía, a la vida.


Por: Miralys Viscalla
Twitter: @mviscalla
21/02/2014

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